La traducción médica abarca muchos tipos de traducción especializada, uno de ellos es la traducción farmacéutica. Realizar este tipo de traducción supone el uso de jerga altamente especializada, precisión, experiencia, conocimiento terminológico, amplio conocimiento de los protocolos y procedimientos que se llevan a cabo en este sector y hasta conocimiento médico, químico, farmacéutico y bioquímico.
Cualquier tipo de traducción implica realizar un trabajo estrictamente profesional, minucioso y preciso, pero cuando se trata de traducción farmacéutica se debe ser aún más riguroso, ya que un simple error podría representar consecuencias fatales. En este caso el margen de error debe ser completamente nulo.
La industria farmacéutica es un sector extremadamente activo, la introducción de nuevos medicamentos al mercado, la aparición de nuevas patentes, los lanzamientos de nuevas tecnologías, entre otros suponen que este sector trabaje a un ritmo muy acelerado.
ProTrad cuenta con una amplia experiencia en la traducción de textos farmacéuticos, nuestros traductores se capacitan continuamente sobre los protocolos y sistemas del sector. Así mismo, contamos con glosarios terminológicos y memorias de traducción, que nos permiten proporcionar textos precisos, uniformes y de alta calidad.
Los laboratorios farmacéuticos, organismos de investigación, industrias farmacéuticas, revistas médicas, industrias de alimentos, fabricantes de medicamentos o dispositivos médicos, desarrolladores de tecnologías médicas son algunos de los ejemplos donde se emplea este tipo de traducción.
En este caso, no se debe dudar en contratar a un profesional de la traducción. Pensemos, por ejemplo, en el caso de que unos padres tienen que dar a su hijo una dosis específica del medicamento para curar un malestar. Si la traducción es incorrecta, la dosis puede ser menor o mayor a la necesaria.
Hay medicamentos que pueden ser potencialmente peligrosos en interacciones con otros productos o medicamentos determinados, ésta es una de las razones por las cuales el traductor debe realizar su trabajo con estricto cuidado, ya que no puede poner en riesgo la salud de un paciente, retrasar el lanzamiento de un medicamento al mercado u ocasionar pérdidas económicas para las empresas.
Otro ejemplo es que la traducción no cuente con la terminología correcta para detallar las especificaciones del medicamento o dispositivo médico, un error puede ocasionar que una persona tome un medicamento sin saber las reacciones o interacciones que éste pueda tener.
Es importante subrayar que no sólo las grandes farmacéuticas o empresas de patentes, dispositivos médicos, hospitales, entre otros, son quienes pueden solicitar una traducción farmacéutica, sino que también los particulares pueden requerirla en casos como investigaciones clínicas particulares, publicaciones de artículos médicos o gestiones médicas en el extranjero.